Hacednos caso: no seáis brasas en Facebook

Con las elecciones en España ha emergido de nuevo una especie peligrosa: el amigo que todo lo sabe.

Post Facebook

Con las elecciones en España ha emergido de nuevo una especie peligrosa: el amigo que todo lo sabe.

Las pasadas elecciones en España y el posterior martirio de los pactos no ha tenido consecuencias únicamente políticas. El pack completo de política española ha sacado de nuevo a la superficie una de las especies más odiadas de nuestros tiempos: los usuarios de Facebook expertos en la materia. A día de hoy, viven su momento de esplendor: tienen material de todos los colores para exponer su opinión a todas horas y demuestran al mundo que ellos, en lo que a política de pactos se refiere, están más que curtidos.

¡Con lo que nos gusta a nosotros, humildes mortales, disfrutar de Facebook con tranquilidad! Podemos premiar con uno de nuestros packs de productos a los que tomen medidas al respecto. Esta situación la hemos extrapolado a un tema mucho más global: los tipos que más odiamos de Facebook. Y compartimos con vosotros nuestras conclusiones. Al lío.

Clasificaciones al respecto hay muchas, pero nosotros nos permitimos el lujo de crear nuestra lista. La medalla de oro está desvelada: el usuario político. Sabe de todo, las ejecutivas de los partidos no tienen misterios para él y, si le hubieran dejado, el 21 de diciembre ya hubiéramos tenido presidente. Está cualificado para criticar cualquier movimiento de sus partidos no afines, a los que hace tiempo podría haber arrinconado políticamente. Dentro de esta categoría, of course, incluimos el ‘cuñadismo’, ese tipo de nuestro timeline que tiene respuestas para todo y es licenciado en la vida. ¿Dudas acerca de tu hipoteca? ¿De cómo hacer unas lentejas?, ahí estará para vosotros.

La medalla de plata se la damos al usuario de Facebook que nos cuenta su vida. Nunca hemos estado en su casa pero la conocemos gracias a su interminable lista de selfies . Su vida laboral no tiene misterios para sus amigos gracias a sus actualizaciones de status: si tiene un mal día, lo vas a saber. Si se ha apretado el mejor coulant de su vida, lo vas a saber y vas a ver una foto. Y si ha cogido el coche para pasar el día en la sierra, lo vas a saber. No lo olvidéis: hasta un 45% de los usuarios odian las actualizaciones con fotos de comida.

Medalla de bronce: los que cualquier palabra la convierten en hashtag. Esas palabritas que usan con la # tienen su sentido en Twitter pero, no amigos, en vuestro Facebook carece de sentido utilizar #bajandoAcomprarElPan o #NoMeFuncionaElMandoDelaTele. Las etiquetas ultralargas y que no llevan a ningún sitio son un martirio. Por no hablar de los que convierten una frase normal en solo hashtags: #Que #buena #noche #con #amigos. Antes de volver a actualizar, pensad en ello.

Bonus: la medalla de chocolate se la damos al usuario amoroso. El amor le invade y le dedica cada segundo de su existencia en Facebook a su amado/a. Lo sentimos, las parejas empalagosas no molan. Nuestro top lo cierra el que lo comparte todo; fusilan a Cabronazi y a Postureo Español cada minuto e incluso a veces osan etiquetarnos. Su impulsividad les hace compartir todo, aunque les medio perdonamos porque, solo a veces, ese video nos hace gracia.

¿Cuantos amigos de esta clase tenéis en vuestro Facebook?

Nuestra web utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de usuario. Si continúas navegando aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR

Aviso de cookies