Olvida todo lo que te han contado sobre este ‘problema’ y aplica nuestros mejores consejos para salir del bache. 

Estás presumiendo de bronceado en la oficina y tu Instagram todavía no sale de su asombro por la cantidad de likes que has conseguido en las fotos de tus vacaciones. Y sin filtro, oiga. Pero no te sientes completo. La vuelta de vacaciones es más dolorosa que los cortes con un folio, pero hay que asumirla. Y ya sabes como asumimos las cosas en Jumpers: con alegría.

Antes de nada, recuerda: septiembre se ha convertido en los últimos tiempos en un recurso perfecto para alargar algunos planes veraniegos. Todavía hay pueblos en fiestas, y todavía puedes usar los fines de semana para hacer alguna escapada que relaje esa ansiedad que tienes por volver a ponerte delante de la pantalla, o delante de lo que quiera que te tengas que poner.

Dice el doctor Josh Klapow, en un artículo que ha publicado el Huffington Post, que la vuelta al trabajo puede provocar «ansiedad, terror e incluso tristeza». Esperamos, de verdad, que tus compañeros de trabajo no te provoquen todo esto. También asegura que esto se debe a que no tenemos una estrategia clara para volver de vacaciones. ¿Y quién la puede tener para volver de la playa, Dr. Josh?

Busquemos soluciones al retorno de vacaciones

Anota lo siguiente para suavizar el problema:

• No intentes ponerte al día en el trabajo solo en un día. Asume que no eres un superhéroe y utiliza la ancestral técnica del trabajador diésel. Busca en tu agenda, seguro que más de un amigo la práctica todo el año.
• Cuando veas que el mundo se cae bajo tus pies, nuestro nuevo experto en síndrome postvacaciones recomienda que paremos y disfrutemos de mirar las fotos de las vacaciones y recordar los buenos momentos. Nunca escaquearte un rato del trabajo estuvo tan justificado. 

Consejos de verdad, consejos Jumpers

Bueno, y ahora que conoces lo que deberías hacer para evitar esa tremenda angustia de volver al trabajo, vamos con nuestros consejos, tallados en una pared de mármol y corroborados por los más altos expertos en ocio y tiempo libre:

• Lo primero que debes hacer es leer este artículo de Tentaciones, que te quitará toda la tontería de un solo golpe. Nada como un baño de realidad para resolver el problema.
• Lo segundo que debes hacer es asumir que has vuelto a la ciudad. Que en el fondo la rutina te gusta un poquito y que, siendo sinceros, en la vida de pueblo no aguantarías ni dos asaltos. Y que tienes hipermercados, tiendas de ropa, transporte urbano y todas esas cosas que te hacen sobrevivir a cualquier jueves del año.
• Tercer paso para evitar la depresión post vacacional: tirar de ironías de la vida y hacerte mucho el deprimido para pasarte las tardes en terrazas con amigos.
• Más cosas: echarle cara, mucha cara. Y ponerte morado de series y de helado con la excusa de que la vuelta de vacaciones es muy dura. Si te han dotado del talento necesario, igual hasta alargas la temporada de echarle cara hasta Navidad y empalmas con las próximas vacaciones.
• Y por último: hacerte el loco. Hacer como que la vuelta al trabajo no va contigo y confeccionar una agenda para septiembre que ni los más viejos del lugar hayan conocido. Unas (u otras) fiestas de un pueblo, alguna actividad que siempre habías querido hacer pero no dejas de postergar (rafting, por ejemplo) y un fin de semana en un sitio de costa porque sí, porque viajar a esos sitios en septiembre es de guapas y a ti la playa te gusta tranquilita. Nada de esas playas llenas de agosto.

La PLAYITA, mejor en invierno.

[Vídeo publicado originalmente en @tentaciones] pic.twitter.com/okmEbsE3bn

— Pantomima Full (@Pantomima_Full) 7 de agosto de 2017